DESPAACIITO! RALENTIZA EL PASO PARA HABITAR EL TIEMPO

¿Recuerdas cuando el tiempo no existtía? Cuando los relojes solo eran el apéndice al que se ataban las manos de tus mayores. Cuando solo el rojo pálido de la tarde nos anunciaba ir a cenar en los elásticos días de verano. Cuando en el discurrir del juego y de las risas hacíamos oídos sordos ante el tic-tac de las manillas.

Cuando las agujas del reloj solo tejían un telar infinito de sensaciones intantáneas y desnudas de juicio. Cuando solo conjugábamos el presente de indicativo intuyendo que otro tiempo es solo una quimera. Cuando habitando el tiempo, paradógicamente nos olvidábamos de invocarle.

PERO PODEMOS PARAR Y PREGUNTARNOS ¿CUÁNDO COMENZAMOS A ENCADENARNOS A LA URGENCIA?¿PUEDO RECUPERAR LA VIVENCIA CONSCIENTE DEL TIEMPO PRESENTE, SIN MÁS OBJETIVO QUE SER Y ESTAR?

Quizás no recuerdes el momento exacto a partir del cual comenzamos a ser emigrantes del presente. Y sin embargo, en algún rincón de esa bruma atemporal nos dijeron que teníamos que aprovechar el tiempo. Y a partir de ahí la implacable métrica del tiempo contribuyó a alejarnos más del ahora. Empezamos a dar cuerda a la ansiedad… no llego….llegaré tarde,…tengo que… no puedo.. y así vamos arañando la espalda del futuro angustiados y exhaustos. Las metas se vuelven inalcanzables.

«El tiempo es miedo; como el tiempo es pensamiento, crea miedo;es el tiempo el que crea frustración,los conflictos,porque la percepción instántanea del hecho, el ver el hecho es intemporal» Khrisnamurti

Un estudio publicado en la revista science firmado por los psicólogos M.A. Killingsworth y D.T. Gilbert de la Universidad de Harvard exploraron cuánto de presentes estamos a lo largo del día. Con tal fin diseñaron una aplicación para el móvil con la que se preguntaba a lo largo de distintos momentos del día lo que estaban haciendo, cómo se sentían y qué tipo de pensamientos tenían en ese momento a 2250 personas.

Según las conclusiones de la investigación pasamos el 46,9% del tiempo que estamos despiertos pensando en algo diferente a la tarea que estamos haciendo en ese preciso momento. Solemos estar pensando en asuntos del pasado o del futuro, desconectados de la vivencia directa, ya sea esta valorada como positiva o negativa. Y lo más interesante de esta y otras investigaciones es que el desertar del momento presente se relaciona con mayores tasas de infelicidad.

Nuestra naturaleza mental nos permite realizar viajes en el tiempo si la utilizamos de manera consciente. Esto nos permite hacer planes, aprender del pasado e incluso sumergirnos en procesos creativos. Pero si nuestra mente vagabundea sin conciencia y sin foco somos presa de los terrenos pantanosos de la rumiación depresiva y de la ansiedad.

Podemos volver a habitar el tiempo presente con las prácticas tradicionales de mindfulness. Hoy traemos una práctica en movimiento para fortalecer el músculo de la conciencia.

PRÁCTICA DE CAMINAR CONSCIENTE: PRIMEROS PASOS. Puedes hacer esta práctica tanto en un espacio cerrado como en uno abierto. ¿Te has sorprendido alguna vez intentando recordar por dónde habías caminado hace tan solo unos minutos? ¿Te ha sorprendido alguna vez descubrir algún monumento o espacio por el que habías transitado innumerables veces? Esto nos pasa por nuestro caminar en automático

1.- Colócate en una posición erguida. Mantenemos los pies asentados y enraizados en el suelo. Percibimos las sensaciones del cuerpo y de nuestra respiración. Si podemos nos descalzamos.

2.- Colocamos los brazos tal y como caen de forma natural paralelos al cuerpo.La cabeza algo hacia abajo (45 grados)

3.- Comenzamos a iniciar el paso de la pierna dominante hacia adelante 4 o 5 veces más lento de lo que lo haríamos de manera normal. Apoyamos el talón, la planta y los dedos del pie en ese orden recibiendo el contacto de la tierra como una calida acogida de la tierra.

4.- Una vez asentado un pie proyectamos la otra pierna para repetir la acción co el pie contrario. Así caminamos de forma intuitiva sin meta, sin fin. Solo apreciando cada uno de los pasos como un armónico y sorprendente mecanismo coordinado.

5.-Tras unos momentos puedo comenzar a acompasar la respiración .Tomo conciencia de la respiración. Intento inspirar mientras levanto una pierna hasta que el pie comienza tomar tierra y en su momento expiramos mientras el pie se asienta completamente. Repetimos la acción anterior durante unos minutos poniendo mucha atención y delicadeza en cada movimiento.

Tras esta práctica, que podemos hacer en casa, en el colegio, en el campo o en la playa es recomendable llevarla a la vida diaria. Cuando nos dirigimos al trabajo/universidad podemos desacelerar el paso a la mitad de la velocidad ordinaria acompañando el paso con nuestra respiración. También podemos ralentizar el paso en las transiciones de actividades de la vida cotidiana. Cuando vuelvo del trabajo/colegio y antes de entrar en casa puedo rebajar el nivel de activación practicando un caminar despacito y consciente junto a mi respiración. Cuando me tengo que enfrentar a una reunión o actividad potencialmente estresante me puedo dirigir al lugar con este caminar consciente.

Esta ralentización en el caminar transmite un poderoso mensaje a nuestro cerebro reptiliano: ¡Estoy tranquilo! ¡No hay peligro! Así, nuestra mente se despeja y clarifica para poder abordar con serenidad nuestra actividad cotidiana. Ralentizar el paso con conciencia nos permite volver a habitar el tiempo.

COMIENZA A DAR TU PRIMER PASO PARA VOLVER AL PRESENTE CAMINANDO CONSCIENTEMENTE